Francisco abogó también por la paz en Gaza, Siria y Líbano y la justicia en Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua.
En su mensaje de Navidad, el Papa Francisco llamó a frenar la guerra en Ucrania, que ha cobrado la vida de miles de personas en los últimos años, abogó por la paz duradera en Gaza, Siria y Líbano y porque haya justicia en Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua.
“Que se callen las armas en la martirizada Ucrania”, afirmó este miércoles el Papa frente al balcón central de la Basílica de San Pedro y ante miles de católicos congregados para escuchar su mensaje navideño.
En su discurso “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) por la Navidad 2024, el líder de la Iglesia Católica abogó para que las autoridades de Rusia y Ucrania tengan la “audacia” para poner fin al conflicto armado, iniciado el 24 de febrero de 2022, con la invasión rusa a Ucrania.
“Que se tenga la audacia de abrir la puerta a las negociaciones y a los gestos de diálogo y de encuentro, para llegar a una paz justa y duradera”, subrayó, informó el sitio Vatican News.
El Obispo de Roma también llamó poner fin de la violencia en Medio Oriente, dirigiendo sus pensamientos las comunidades cristianas de Israel y Palestina, en particular a Gaza, donde la situación humanitaria es grave.
“Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se ayude a la población extenuada por el hambre y la guerra”, destacó, luego de recordar que su corazón también está con los cristianos del Líbano, sobre todo del sur, Siria y Libia.
Quiero recordar aquí también al pueblo libio, agregó Francisco, animándolo a buscar soluciones que permitan la reconciliación nacional… “Que se abran las puertas del diálogo y de la paz en toda la región, lacerada por el conflicto”.
En el marco de las festividades por la Noche Buena, el Papa abrió este martes la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, dando inicio al del Jubileo Ordinario de 2025. 24 dic. 2024 AMEXI. Foto: Vatican News.
En su mensaje, el Papa también dedicó unas palabras a Myanmar y a varios países de África y América Latina, y recordó que el 2025 será el Año del Jubilo, hecho que ocurre cada 25 años en la Iglesia Católica y es visto por los creyentes como un tiempo de conversión y penitencia.
Que el nacimiento del Salvador, agregó el Sumo Pontífice, traiga un tiempo de esperanza a las familias de miles de niños que están muriendo a causa de la epidemia de sarampión en la República Democrática del Congo, Burkina Faso, Malí, Níger y de Mozambique.
“Pienso también en las poblaciones de los países del Cuerno de África para los que imploro los dones de la paz, la concordia y la fraternidad”, indicó y se pronunció a favor de que la ayuda humanitaria llegue a Sudán, devastado por una guerra civil desde hace 20 meses y millones de personas en riesgo de una hambruna.
Francisco oró porque el Niño Jesús inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad del continente americano, “con el fin de encontrar lo antes posible soluciones eficaces en la verdad y la justicia, para promover la armonía social, en particular en Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua”.