El ex presidente Jair Bolsonaro, posible objetivo del atacante suicida.
Las fuerzas de seguridad brasileñas blindarán la ciudad de Río de Janeiro para garantizar la seguridad de los asistentes a la reunión del Grupo de los Veinte (G20) de la próxima semana, luego un fallido atentado explosivo en el centro de Brasilia.
El titular del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), Edu Guimarães, presentó la tarde este jueves el esquema especial de protección que aplicarán en Río de Janeiro las fuerzas de seguridad del Estado y la Policía Civil para la Cumbre el G20, luego de lo ocurrido en Brasilia.
Los jefes de Estado y de gobierno de las 19 economías más grandes del mundo, además de la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA), se reunirán el 18 y 19 de noviembre para discutir temas de interés común y el impacto global del cambio climático.
Entre las acciones, el GSI implementó un sistema de monitoreo y neutralización de drones en todo el puerto de Marina da Glória de Río de Janeiro, que observará en todo momento el desarrollo del evento y redoblará la seguridad para acceder al Museo de Arte Moderno (MAM), donde se realizará reunión.
El sistema anti-drones monitoreará un radio de 14 kilómetros alrededor del Museo, el Aeropuerto Internacional de Galeão, hasta el barrio de São Conrado, el Zona Sur Río de Janeiro.
Además, los asistentes a la Cumbre serán revisados por elementos de Batallón de Operaciones Policiales Especiales (CORE) para detectar la presencia de posibles explosivos y se eviten actos similares a los ocurridos anoche en Brasilia.
Un hombre intentó ingresar al edificio del Supremo Tribunal Federal (STF), ubicado en la Plaza de los Tres Poderes, en el centro de la capital brasileña, con explosivos adheridos al cuerpo, los cuales detonaron causándole la muerte, antes de realizar el ataque.
El presunto atacante, fue identificado como Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, un excandidato a concejal por el Partido Liberal en las elecciones municipales de 2020 y quien se presume estaba resentido con expresidente Jair Bolsonaro.
El secretario brasileño de Seguridad Pública, Víctor Santos, afirmó, aunque no existe ningún dato que indique que el señor que cometió el acto ayer planeara una acción en Río de Janeiro, pero mantiene en contacto constante con las autoridades para determinar cualquier riesgo a la seguridad en la cita del G20.