Expertos independientes en derechos humanos de Naciones Unidas afirmaron en un nuevo reporte el martes que sus conclusiones muestran que el gobierno de Venezuela ha intensificado el uso de herramientas de represión “más duras y violentas” tras las disputadas elecciones presidenciales de julio.
Los resultados oficiales de los comicios del 28 de julio han sido ampliamente criticados por ser antidemocráticos, opacos y por estar dirigidos a mantener al presidente, Nicolás Maduro, en el poder.
En su reporte, la misión de investigación sobre Venezuela, encargada por el Consejo de Derechos Humanos respaldado por la ONU, denunció violaciones de derechos como detenciones arbitrarias, tortura y violencia sexual y de género por parte de las fuerzas de seguridad del país que “en su conjunto, constituyen el crimen de lesa humanidad de persecución por motivos políticos”.
“Este fenómeno es algo nuevo y extremadamente preocupante”, apuntó. “Estamos ante una represión sistemática, coordinada y deliberada por parte del gobierno venezolano, que responde a un plan consciente para silenciar cualquier forma de disidencia”.
El sistema judicial — encabezado por el Tribunal Supremo — “está claramente subordinado” a los intereses de Maduro y sus aliados más próximos, y sirvió como un “instrumento clave en su plan para reprimir todas las formas de oposición política y social”, escribieron.