La disputa electoral de 2025 pone frente a frente a dos antiguos aliados políticos.
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, rompió con el actual mandatario y aliado político Luis Arce, al que acusó de engañar al mundo con la versión de un golpe de Estado el pasado miércoles.
«El presidente Luis Arce engañó y mintió al pueblo boliviano y al mundo. Es lamentable que se use un tema tan sensible como la denuncia de un golpe», escribió en sus redes sociales.
Morales, quien gobernó Bolivia de 2006 a 2009 y busca postularse nuevamente como candidato presidencial, afirmó que Arce orquestó el intento de golpe en el país sudamericano.
«Frente a esa realidad, debo pedir disculpas a la comunidad internacional por la alarma generada y agradecer por su solidaridad con nuestro país», agregó el exmandatario.
El líder indígena consideró que «es importante que una investigación completa e independiente demuestre la verdad de este hecho».
Luis Arce denunció el pasado miércoles «movimientos irregulares» del Ejército, uno de cuyos contingentes intentó entrar por la fuerza al presidencial Palacio Quemado.
El mandatario hizo frente a los golpistas, quienes se retiraron de lugar y su líder fue arrestado, lo cual fue vitoreado por miles de seguidores en la plaza principal de La Paz.
Evo Morales secundó la denuncia de intento de golpe y pidió el respaldo internacional para Arce.
Enseguida, presidentes de América Latina e incluso España y la Organización de Estados Americanos (OEA) respondieron al llamado, y pidieron respetar el orden constitucional.
El rompimiento marca un punto de quiebre de cara a la sucesión de 2025, cuando Arce buscará la reelección y Morales también intentará regresar a la Presidencia pese a una inhabilitación de la justicia boliviana.