Considera que se requiere un mecanismo de elección que no sea percibido como decisión política.
La ministra de la Suprema Corte, Loretta Ortiz, se pronunció porque en los procesos de selección de los operadores de justicia se tomen como únicos criterios ineludibles el mérito personal y la capacidad profesional .
“Lo más deseable a partir de estos ejercicios de escucha y reflexión es que dejemos atrás cualquier aplicación pasiva y mecánica de las normas para colocar en el centro de la reforma del Poder Judicial a las personas justiciables”, subrayó.
En el marco de los Diálogos Nacionales sobre la Reforma Constitucional al Poder Judicial, resaltó que los estándares internacionales no establecen un modelo ideal o deseable de selección de jueces, al ser una materia que corresponde al ejercicio de cada Estado.
Recordó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos concluyó en su informe de garantías para la independencia de los operadores de Justicia, que no le corresponde indicar cuáles son los órganos que deben intervenir en un procedimiento de selección de los operadores de Justicia, toda vez que es una materia que escapa de su competencia.
Por el contrario, Loretta Ortiz mencionó que este órgano ha señalado que lo más relevante para cualquier procedimiento de selección es que desde una perspectiva sustancial y, con independencia de que se elija un mecanismo de designación directa o indirecta, deben existir garantías que aseguren que éstos no se han realizado ni percibidos como decisiones de carácter político, afectando así la convicción de los justiciables.
De ahí la importancia de uno de los objetivos centrales de estos diálogos de reforma al Poder Judicial, a fin de que su conformación y actuación cuente con el respaldo y con la legitimidad democrática necesarias para hacer valer sus decisiones, agregó.