Carlos Serrano advirtió que reducir la jornada puede restar flexibilidad al mercado laboral y señaló que los aumentos al salario mínimo deberán moderarse para evitar presiones inflacionarias.
La propuesta para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas a la semana puede traer beneficios para los trabajadores, aunque también implicaría riesgos para la flexibilidad del mercado laboral, advirtió el economista en jefe de BBVA México, Carlos Serrano.
“La jornada de 40 horas, nuestra opinión es que desde luego puede ser positivo para los trabajadores tener jornadas menos largas, pero sí creemos que al final esto puede restarle cierta flexibilidad al mercado laboral”, dijo.
Ante este escenario, el especialista propuso analizar alternativas que permitan adaptar el trabajo a distintas necesidades, como un esquema de salario por hora, similar al que opera en otros países.
“Creemos que quizás sería más apropiado explorar la posibilidad de que exista un salario por hora, como hay en otros países, para no tener exactamente esta camisa de ver cuántas horas, de tal manera que el que incluso quiera trabajar más horas las pueda trabajar”, explicó.
Salario por hora podría elevar la participación laboral
Serrano consideró que un modelo flexible permitiría a los trabajadores ajustar su jornada de acuerdo con sus circunstancias personales, lo que podría incentivar una mayor participación laboral, particularmente de las mujeres.
“Pero quien quiera trabajar menos, por ejemplo mujeres, si las mujeres a lo mejor por tema de cuidar a los niños quieren trabajar media jornada, que las puedan trabajar o trabajar menos horas, así ocurre en Estados Unidos, y eso creemos que puede aumentar el grado de participación laboral”, afirmó.
En ese sentido, subrayó que más allá de fijar cuál debe ser una jornada fija, lo ideal sería tener un mercado laboral más flexible, que permita a algunas personas poder trabajar incluso por hora, «y en particular creemos que eso beneficiaría a las mujeres”.
Aún hay margen para subir el salario mínimo sin inflación
En cuanto al aumento al salario mínimo, de 13 por ciento, el economista en jefe de BBVA México afirmó que todavía existe espacio para continuar con este tipo incrementos al sin generar presiones inflacionarias, porque históricamente el nivel en México fue muy bajo.
“Creemos que todavía hay espacio para subir los salarios mínimos en México sin que tengan efecto inflacionario. Como saben, México tenía un nivel de salario mínimo muy, muy bajo”, indicó.
Recordó que, pese a los aumentos registrados desde 2018, de 20 por ciento en promedio anual durante el sexenio anterior, y por arriba de 12 por ciento en la actual administración, el salario mínimo aún no alcanza los niveles reales de décadas anteriores.
“Cuando se empezaron estos aumentos en 2018, pues el salario mínimo era muchísimo más bajo de lo que llegó a ser en los 70. Con todo lo que se ha aumentado ahora el salario mínimo, pues apenas estamos un poco encima de la mitad de lo que era el salario mínimo en términos reales de los 70. Entonces, creemos que hay algo de espacio”, añadió.
Aumentos salariales deberán moderarse para evitar presiones inflacionarias
No obstante, Serrano advirtió que el ritmo de incrementos observado en los últimos años no podrá mantenerse indefinidamente.
“Todavía no tenemos una preocupación importante este año. Pero lo que sí creemos es que hacia adelante ya no se podrán seguir subiendo los salarios al mismo ritmo que se subieron los últimos ocho años, porque ya estamos llegando a un punto donde hoy ya el salario mínimo equivale al 74 por ciento del salario mediano”, señaló.
Explicó que una mayor cercanía entre el salario mínimo y el salario mediano podría generar efectos adversos, pues dijo que «una vez que estemos aproximándonos a una situación donde el salario mínimo está cercano a la mediana, ahí sí puede haber un peligro de que aumentos al salario mínimo resulten en más inflación y aumentos al salario mínimo afecten el empleo”.
Por ello, reiteró que será necesario ajustar la estrategia salarial hacia adelante. “Entonces, en este en particular creemos que todavía hay espacio para hacerlo, pero sí creemos que como estrategia habría que ir pensando en moderarlos hacia adelante otra vez, porque a medida que nos aproximamos a esta situación donde el salario mínimo se aproxime al mediano, ya el espacio para bajarlo será menor”, puntualizó.



