En el marco del centenario del Banco de México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lanzó un llamado a los actores del sistema financiero nacional para que consideren más créditos para los sectores excluidos.
De esta manera dijo: ampliar el acceso al crédito y acelerar la digitalización bancaria, especialmente para los sectores históricamente excluidos.
El mensaje, pronunciado en el Museo Interactivo de Economía, se enmarca en su estrategia de “crecimiento con bienestar” y plantea una reconfiguración del modelo financiero mexicano.
Reconocimiento a la labor del Banco de México
Durante su intervención, Sheinbaum reconoció la labor del Banco de México como garante de estabilidad macroeconómica, pero advirtió que dicha estabilidad debe traducirse en desarrollo incluyente.
“México es una de las economías más grandes de América Latina, pero también uno de los países con menor proporción de crédito respecto a su PIB. Esta situación limita las oportunidades de millones de familias, emprendedores y pequeñas empresas”, puntualizó.
El mensaje, pronunciado por la presidenta Sheinbaum, en el Museo Interactivo de Economía, se enmarca en su estrategia de “crecimiento con bienestar”. AMEXI/FOTO/ Presidencia
Financiamiento debe dejar de ser un privilegio: Sheinbaum
La mandataria federal subrayó que el financiamiento “debe dejar de ser un privilegio” y convertirse en un motor del desarrollo productivo.
En ese sentido, instó a la banca privada, la banca de desarrollo y la Secretaría de Hacienda a coordinar esfuerzos para:
Fortalecer el mercado interno
Fomentar la inversión nacional
Y generar empleos dignos
Inclusión digital
Sheinbaum planteó que la innovación tecnológica en sistemas de pago y servicios bancarios debe estar al servicio de la población más vulnerable.
“La transformación digital del sistema financiero no puede dejar atrás a jóvenes, mujeres y comunidades marginadas. El acceso a internet debe ser considerado un derecho básico”, afirmó.
La presidenta reitera que el reto para los próximos años será doble: mantener la estabilidad económica y garantizar un crecimiento con justicia social.
“La autonomía del Banco de México no significa descoordinación. Hemos demostrado que es posible trabajar juntos para construir un sistema financiero sólido, responsable y al servicio de la gente”, puntualizó