El cineasta busca generar conversación, discusión y plantear preguntas sobre la situación que enfrenta México a través de su película
La película Emilia Pérez, dirigida por el cineasta francés Jacques Audiard, refleja su profunda conexión con México, país que lo impactó desde los años 70 y lo inspiró a crear este largometraje. Aunque Audiard reconoce no ser un experto en los temas sociales y políticos de México, asegura que el proyecto nació desde el respeto y el amor.
La cinta aborda temas sensibles como la violencia, los desaparecidos y la trans identidad, generando diversas opiniones. Ante las críticas, el director ofreció disculpas a quienes se sintieron ofendidos por la forma en que trató la problemática de los desaparecidos en el país.
“Yo descubrí México en 1975, tenía unos 24 años. Desde entonces he vuelto muchas veces, y desde la primera vez me causó una gran impresión. Me enamoré de la melancolía de su gente, de los paisajes y de sus ciudades tan dinámicas. Entonces me dije: ‘Voy a hacer algo en este país’.
“Varias décadas más tarde, escribí algo relacionado con México y resultó ser un guion. Al conocer las tensiones que existen en el país, decidí que no haría un documental ni una ficción tradicional. Pensé que debía expresarlo a través del canto. Creo que, a veces, el canto puede transmitir la tragedia con mayor intensidad y llegar al corazón de una manera única. Además, siempre fue mi sueño hacerlo en español, con la esperanza de que los mexicanos lo apreciará”, explicó Jacques Audiard.
Jacques Audiard presenta Emilia Pérez como un homenaje a México y pide perdón
Para el cineasta francés Jacques Audiard, Emilia Pérez representa una historia de amor hacia México. Aunque no se considera un experto en los temas sociales del país, se documentó minuciosamente para desarrollar la trama y ambientar la película. Además, explicó cómo seleccionó a las protagonistas, formando un grupo de mujeres que dan vida y representan la esencia de la historia.
“Perdonen por lo vulgar, pero hubo una cuestión económica que se impuso, y en cierto momento decidí apostar por actrices que tenían cierto renombre. Aquí, por supuesto, hay mucho talento, pero tuve que considerar cómo financiar mi película. Fue entonces cuando conocí a Karla Sofía, y junto con Zoë Saldaña, surgió la idea. Me dije: ‘Después de todo, México es un país con una enorme diversidad poblacional, ¿por qué no jugar con esa diversidad en este proyecto?’
“Algo que me sorprende es que en Francia no se hable de este tema. Tenía muchas ganas de abordarlo, con toda la seriedad y empatía posibles, porque sabía que ustedes, los mexicanos, iban a verla; de hecho, lo deseaba profundamente. Traté este asunto con la mayor prudencia posible, y quizás piensen que apenas lo estoy sobrevolando. Si les parece que lo hice con demasiada ligereza, les pido disculpas.
“Sin embargo, debo decir que, fuera de México, me sorprende y me escandaliza el silencio ante este problema. No creo que el cine pueda resolver estas cuestiones, pero espero que esta película plantee algunas preguntas. Quizás esas preguntas puedan generar debates, conversaciones y discusiones. Si eso sucede, me sentiré feliz”, concluyó Jacques Audiard.
Fuente Amexi