Rosario Piedra Ibarra, no defiende los derechos humanos de indocumentados.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y su presidenta María del Rosario Piedra Ibarra, han sido omisas ante la constante violación de los derechos humanos por parte del Instituto Nacional de Migración (INM) en agravio de los migrantes, desde su ingreso a Chiapas por Suchiate comienza la persecución, arrecia en Tapachula y la violencia se traslada a Tuxtla Gutiérrez.
Procedente de Venezuela llegó a Tuxtla Gutiérrez Jorman José Calzada, quien primero cruzó la frontera Guatemala – México, pasó en balsas en el río Suchiate, ingresó a Ciudad Hidalgo y se topó con el primer muro de la frontera.
Esta línea de contención está compuesta por personal de la Guardia Nacional, Secretaria de la Defensa Nacional y personal del INM y con ellos, comienzan las falsas expectativas: «los llevaremos a Tuxtla Gutiérrez, los documentarnos y seguirán su ruta a la frontera norte de México».
«Nosotros aceptamos y en autobús nos llevaron a Tapachula y luego a Tuxtla Gutiérrez, llegamos a la capital de Chiapas en la madrugada y frente a la Sub Representación del INM en la cuarta calle oriente entre 15 y 16 sur nos dijeron que no habría permiso para transitar por México y tendríamos que deambular por las calles de la capital del estado en el sur del país», narró José Calzada.
Además, destacó, dónde nos hemos establecido en casas de campaña y en campamentos personal del INM sigue con la persecución con la amenaza de ser deportados, de ser despojado de pertenencias y ser acusados, y agobia la persecución de la que tiene conocimiento la CNDH y el Grupo Beta de Atención a Migrantes, las protestas de habitantes de Tuxtla Gutiérrez en contra de los extranjeros.
Estima el migrante de Venezuela que se encuentran varados en Chiapas aproximadamente 20 mil personas, entre los que llegan y salen, mientras que en Tuxtla Gutiérrez, se consideran unos 6 mil, también entre los de llegada y salida, aunque hay momento que puede ser mayor por la constante llegada a la capital de Chiapas, de autobuses por parte del INM procedentes de Suchiate y de Tapachula en la frontera con Guatemala.
Tuxtla Gutiérrez ya está colapsada por la gran presencia de migrantes que difícilmente encuentran casa en arriendo, no hay hoteles baratos para arriendo, no se consigue fuente de empleo, tenemos que quedarnos en la calle, en las plazas, en los camellones y esperamos que desocupen casas en renta y hoteles pero no es posible.
Acompañado de familiares y amigos cuenta que todos los días vienen cruzando unas 800 personas por la selva del Darién entre Panamá y Colombia y todos los días llegan a Chiapas por Suchiate unas 5 mil personas, lo que existe dice es una crisis migratoria.
Esta situación, continuó, que no para, solo en esta ciudad entre unos cinco mil a seis mil personas de manera permanente, cada cinco días llegan a esta ciudad de cinco a siete autobuses, y las promesas de recibir en la capital de Chiapas permiso provisional es una violación a los derechos humanos pero la CNDH no actúa.
Por su parte, Alexis Calero, también de Venezuela, dice que ingresó por Suchiate, viajó a Tapachula y el INM lo trasladó hace tres meses y medio a Tuxtla Gutiérrez donde no encuentra empleo y quiere llegar a la Ciudad de México y luego a la frontera norte, se ha registrado en la plataforma de migración de los Estados Unidos de América espera la cita.
Sobre el particular, confía en algún momento viajar en autobús o en avión hacia la Unión Americana, pero padece con su familia hambre, sed, desprecio, rechazo de la gente, el rechazo del INM, de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados y de la CNDH.
Mientras tanto, Joan Bustillo, de Venezuela, cuenta que personal del INM lo traslado a Tuxtla Gutiérrez en autobús hace dos meses y 10 días, ya en la capital está sobreviviendo, buscando el pan de cada día, confía en Dios, corre peligro en el parque ubicado en la cuarta oriente y 20 sur, dice que va a la gran manzana, Estados Unidos.
Dijo que su misión es hacer la casa para su familia, pero el organismo no gubernamental le niega permisos para transitar por México y la CNDH no ha intervenido a favor de los migrantes.