Claudia Sheinbaum anunció que se establecerá un plan con gobernadores del norte ante una posible deportación masiva de migrantes mexicanos.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno está trabajando en un plan integral junto a los gobernadores de los estados fronterizos del norte para enfrentar posibles deportaciones masivas de migrantes mexicanos desde Estados Unidos.
Esta medida se toma en respuesta a las amenazas del presidente electo Donald Trump de implementar deportaciones masivas una vez que asuma el cargo en enero de 2025.
La posible deportación masiva de migrantes mexicanos ha generado preocupación en el gobierno de Claudia Sheinbaum.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que planea deportar a un millón de migrantes por año, y se estima que cuatro de cada 10 migrantes irregulares en Estados Unidos son de origen mexicano.
Ante esta situación, el gobierno mexicano se está preparando para recibir y apoyar a los connacionales que puedan ser deportados.
Sheinbaum explicó que el plan se basa en dos elementos centrales: el fortalecimiento de los consulados mexicanos en Estados Unidos y la coordinación con los gobernadores de los estados fronterizos para recibir a los deportados.
Fortalecimiento de los consulados
El canciller Juan Ramón de la Fuente realizará una gira por Estados Unidos para supervisar y reforzar las capacidades consulares.
Los consulados tendrán un papel central en la asistencia a los migrantes, garantizando la atención inmediata y oportuna a los compatriotas que enfrenten procesos de deportación.
Coordinación con gobernadores fronterizos
El próximo martes se llevará a cabo una reunión del Consejo Nacional de Seguridad en Acapulco, Guerrero, en la que participarán los gobernadores de los estados fronterizos del norte y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez.
Durante este encuentro se revisará el plan de acción para recibir y apoyar a los deportados.
Sheinbaum destacó la importancia de la colaboración con los gobernadores para garantizar una respuesta humanitaria y eficaz frente a este desafío.
El plan busca no solo recibir a los deportados, sino también integrarlos en actividades económicas y sociales en sus lugares de origen o en otras regiones del país.
Se trabajará en la preparación de infraestructura y servicios que puedan atender el flujo de deportados, asegurando que los migrantes reciban el apoyo necesario para reintegrarse a la sociedad mexicana.