Napoleón Gómez Urrutia, el único líder minero en el mundo que no ha entrado en su vida a una mina artesanal, podría ser sometido a juicio por el desvío de 55 millones de dólares, pertenecientes a un fideicomiso del Sindicato Minero. Estuvo prófugo, en Canadá.
Las Juntas Federal de Conciliación y Arbitraje y del Tribunal Colegiado, resolvieron que el actual diputado de Morena devolviera 55 millones de dólares del fideicomiso creado después de la venta de la empresa “Mexicana de Cananea”.
Sin embargo, el dirigente promovió tres amparos que serán revisados para resolver de manera definitiva. El proyecto está a cargo del ministro Luis María Aguilar. La Segunda Sala de la Suprema Corte abordará la demanda el próximo 9 de octubre.
Se le pide que aclare el destino del dinero de ese fideicomiso, que originalmente debía ser distribuido entre los trabajadores vinculados a la empresa minera Grupo México.
El llamado “Napito”, es hijo de Napoleón Gómez Sada, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de la República Mexicana desde 1960 hasta 2000.
En el año 2000, debido a su estado de salud, Gómez Sada dejó el sindicato y fue sucedido por su hijo, con carácter inicial de secretario general suplente, en medio de una controversia legal sobre si reunía los requisitos legales para el cargo
Javier Laynez Potisek, actual ministro de la Corte, fue quien solicitó la detención provisional de “Napito” al gobierno de Canadá, cuando era, en 2005, subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República.