“Mil disculpas presidenta por no estar en el desayuno con usted, fui a la Ciudad de México y hubo la necesidad de regresar hoy mismo a Sinaloa”.
Con esa simpleza, y a través de un mensaje por whatss app, Rubén Rocha Moya evadió una cita con Claudia Sheinbaum Pardo.
La entidad lleva una quincena de balaceras y asesinatos, principalmente en Culiacán, desde el secuestro de El Mayo Zambada.
La reunión estaba prevista para el domingo 22. Rocha Moya presumió en sus redes sociales que “El General me dijo ‘tengo instrucciones para atender todo lo que se necesite de Sinaloa”.
No aclaró cuál general, pero sí advirtió: “yo espero que si requerimos refuerzos nos ayuden. Esas cosas tengo que platicarlas yo con Claudia, lo voy a hacer el domingo”.
Sin embargo, a última hora, simplemente pretextó urgencias que el sábado no veía: “Las cosas mejoran aquí”, “la Sociedad está muy sensible”, decía.
Rocha Moya había anunciado su reunión justo el sábado, cuando se registró la jornada más violenta del enfrentamiento entre Chapitos y Mayitos.
El gobernador de Sinaloa comía plácidamente en un restaurante de la CDMX, en Polanco, regresó a su estado y allá se quedó.