El VII Congreso Nacional de Morena eligió a Luisa María Alcalde como la nueva presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del partido, al ser la única fórmula registrada para el cargo. Alcalde, quien previamente se desempeñó como secretaria de Gobernación y del Trabajo durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, asume esta posición clave en un momento crucial.
La elección de Luisa María Alcalde marca una continuidad del liderazgo joven en Morena, alineado con los principios de la Cuarta Transformación impulsados por el Primer Mandatario, Andrés Manuel López Obrador.
Su trayectoria como funcionaria pública se ha destacado por su cercanía con el proyecto lopezobradorista y su compromiso con las políticas laborales que han beneficiado a millones de trabajadores en el país, como el aumento histórico del salario mínimo y la reforma laboral que fortaleció los derechos sindicales. La llegada de Alcalde al CEN de Morena refuerza la idea de consolidar el liderazgo femenino en el partido, en un contexto donde Claudia Sheinbaum está a punto de asumir la Presidencia de la República, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar dicho cargo.
Por otro lado, fue electo Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente saliente, como secretario de Organización de Morena.
La elección de López Beltrán como secretario de Organización le otorga una posición de relevancia dentro del partido, encargándose de la estructuración interna y de la movilización territorial, aspectos fundamentales para el éxito electoral en 2024, año en el que Morena buscará consolidarse como la fuerza política dominante en el país. Este cargo es esencial, ya que se encarga de coordinar la operación territorial de Morena, asegurar la cohesión de sus bases y movilizar a sus simpatizantes en torno a los proyectos electorales.
Con estos nombramientos, Morena busca fortalecer su estructura interna y garantizar la continuidad de los principios de la Cuarta Transformación. La nueva dirigencia, encabezada por Luisa María Alcalde, tendrá como reto no solo preparar al partido para las elecciones, sino también mantener la unidad entre sus distintas corrientes, evitar divisiones internas, y consolidar los logros obtenidos por el gobierno de López Obrador.