Un día después de que aprobaron la reforma judicial, los senadores decidieron decretar a su favor un puente vacacional con motivos patrióticos.
Las y los senadores, satisfechos con el deber cumplido tras completar los debates sobre la polémica reforma al Poder Judicial, determinaron tomar su primer “puente vacacional”: tendrán ocho días de vacaciones por las Fiestas Patrias del 15 y 16 de septiembre.
Luego de una sesión maratónica que duró casi 15 horas y mantuvo a los morenistas en vilo por el portazo y la toma del Salón de Plenos en la sede de Reforma, por parte de manifestantes inconformes con la reforma judicial, los legisladores decidieron tomar su primer descanso.
En la sede alterna de la vieja Casona de Xicoténcatl, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, cuando finalizó la votación de la propuesta judicial, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, convocó al pleno senatorial a regresar el 18 de septiembre para la próxima sesión.
Las y los 128 senadores de todos los partidos políticos representados en la Cámara alta tienen escasos 10 días en el cargo y sólo han realizado cuatro sesiones de trabajo, de las cuales la del martes pasado fue la más difícil.
Y es que primero los senadores de Movimiento Ciudadano denunciaron la retención ilegal de su compañero de bancada Daniel Barreda en Campeche, luego vino la licencia del senador del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, seguido de la toma de protesta de su sustituto, su padre Miguel Ángel Yunes Linares.
Cuando ya estaba el pleno senatorial revisando el voto particular de senadores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, la sede del Senado en Reforma fue asaltada por sorpresa por los trabajadores del Poder Judicial, quienes aprovecharon la imposibilidad del personal de resguardo para evitar el portazo.
Entre gritos y consignas, los manifestantes lograron entrar al Salón de Plenos por una puerta y, por otra, los senadores de Morena y sus aliados salieron huyendo para refugiarse en la sede alterna de Xicoténcatl, bien custodiada por personal de seguridad de la Ciudad de México.
Así, durante la madrugada de este miércoles, Morena puso en marcha su aplastante máquina guinda para, junto con sus aliados PT y PVEM, cumplirle al presidente Andrés Manuel López Obrador uno de sus más caros caprichos: aprobar su reforma al Poder Judicial de la Federación.