En los últimos cinco años se ha lanzado más o menos la misma cantidad de satélites en órbita baja que en todo el resto de la historia.
¿La órbita de la tierra se encuentra atascada con problemas por tránsito denso? Así lo reconoce la comunidad científica. Un enjambre de satélites artificiales y basura espacial entorpece la investigación astronómica que se realiza en la superficie del planeta. El volumen aumentará en breve en una proporción de 10 veces.
René Ortega Minakata, encargado de Divulgación y Comunicación de Ciencia en el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, explicó en un comunicado que «en los últimos cinco años se ha lanzado más o menos la misma cantidad de satélites en órbita baja que en todo el resto de la historia”
A finales del 2022 había seis mil 718 activos orbitando, lo que significó entonces que en un año se habían añadido dos mil a las operaciones de todos los países del mundo. Desde el Sputnik en 1957 hasta hace unos cinco años.
Luego, de ese lustro, la cantidad de satélites es similar; en los próximos años se esperan muchos más, alrededor de 10 veces más, aseguró.
Crecimiento imparable
“La expansión masiva de los activos espaciales que comenzó en 2020 sólo ha continuado aumentando en un promedio de casi 30% en cada uno de los últimos tres años”, señala el informe.
La cifra no ha parado de crecer. Según números difundidos por Look Up Space, para el 19 de junio del 2024 se contabilizaron 10 mil 19 satélites activos.
De estos dos tercios (6.646) pertenecen a Starlink, creados por la compañía SpaceX, que espera aumentar el número a 30 mil en los próximos años, señala esta organización, que se dedica a monitorear infraestructura en riesgo debido a la congestión espacial, la proliferación de desechos y las amenazas orbitales.
Además se registraron casi tres mil 200 etapas de cohetes (las partes del vehículo que se desprenden conforme avanza su trayecto) y 13 mil 326 fragmentos de escombros se encuentran en órbita.
Pero los números podrían ser mayores: entre 2017 y 2022, diversas naciones presentaron de forma colectiva más de un millón de aplicaciones.
Éstas corresponden a 300 sistemas de constelaciones de satélites ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), el organismo especializado en telecomunicaciones de la ONU, señala el estudio de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, publicado por la revista Science
La alerta sobre la basura espacial surgió cuando un objeto de unos 10 centímetros de alto y cuatro de diámetro más 700 gramos de peso, perteneciente a la Estación Espacial Internacional (EEI), cayó en marzo sobre la casa de una familia en Naples, Florida, perforando el suelo de la vivienda.
Los perjudicados presentaron una reclamación ante la Agencia Espacial estadunidense, en demanda de la reparación de los daños.
Además, el brillo de los satélites altera o se interpone entre la imagen de los objetos que queremos observar y nuestros telescopios, dijo René Ortega Minakata.
Las frecuencias usadas en las ondas de radio ocasionan interferencia que dificultan la comunicación con los observatorios espaciales. Las observaciones recopiladas entre noviembre de 2019 y septiembre de 2021, con cinco mil 301 líneas de luz, pueden atribuirse a los satélites Starlink, apuntó.