Países de la alianza atlántica refrendan su compromiso de protegerse mutuamente.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inauguró aquí la cumbre del 75 aniversario de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La alianza que reconstruyó a Europa y se mantuvo unida durante la Guerra Fría “es más poderosa que nunca”, dijo Biden en el Auditorio Mellon de Washington, rodeado de líderes de los otros 31 Estados miembros.
Biden está bajo la lupa dentro y fuera del auditorio, tras sus traspiés verbales y mentales en el debate presidencial de hace dos semanas, que detonaron llamados a que abandone la campaña.
Con contados errores mínimos, el mandatario destacó que Estados Unidos tiene una “obligación sagrada” para defender a los miembros de la OTAN.
Reiteró que la columna vertebral de la alianza militar descansa en el compromiso de sus miembros a defender al resto en caso de ataque o amenaza (Artículo V de su Carta Fundacional), y que el presidente ruso Vladimir Putin “no podrá detener a Ucrania”.
Agregó que Ucrania recibirá nuevos sistemas de defensa aérea de los miembros de la OTAN para proteger sus ciudades de ataques como el que el lunes destruyó un hospital infantil, con saldo de mas de 30 fallecidos.
Acompañado de su esposa Jill, el mandatario estadounidense aprovechó la inauguración para investir al saliente secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, con la Medalla Presidencial de la Libertad, por su liderazgo en tiempos de crisis.
El Auditorio Mellon es el mismo recinto en el que en 1949 se firmó y estableció la Alianza Atlántica.
La Cumbre tiene programada desde hoy y hasta el jueves 11, decenas de reuniones bilaterales, foros de discusión, paneles privados y una cena en la Casa Blanca la noche del miércoles.