Mayoría de opiniones considera que Trump ganó «de calle» el encuentro de anoche en CNN.
El desempeño de Joe Biden en el primer debate presidencial fue tan débil que de inmediato suscitó conversaciones en el partido demócrata para reemplazarlo en la boleta para las elecciones de noviembre próximo.
Biden, como era de esperarse, disentió con su contrincante republicano Donald J. Trump en todos los temas: migración, aborto, la economía, cambio climático y política exterior, pero lo que destacó fueron sus balbuceos y su incapacidad para responder a los ataques.
Trump se mostró firme y consistente a medida que caracterizaba a Biden de “débil”, y mentía ostensiblemente en casi cada frase para atacarlo, mientras el mandatario de 81 años, se notaba descolocado y a veces desorientado.
El partido demócrata y la Casa Blanca tenían la esperanza de que con una presentación exitosa en el debate, auspiciado por la cadena CNN, el presidente borraría cualquier duda sobre su estado físico y sus reflejos, pero no fue así.
Con la atención concentrada en la inestabilidad de Biden y las mentiras y exageraciones de Trump, el público se quedó sin debate de políticas públicas o ideas.
Los republicanos salieron satisfechos y confiados en que con solo un debate más en el calendario, Trump, de 78 años, ganó de calle el primero y ganará un segundo mandato en noviembre.
Una encuesta rápida de CNN tras el debate, arrojó que el 67% de los entrevistados consideró ganador a Trump.
La noche del jueves fue un marcado contraste con los debates entre ambos hace cuatro años, cuando en medio de la pandemia por COVID-19 Biden apabulló a Trump y le negó la reelección.
Poco después de terminada la discusión en Atlanta, Biden trató de poner buena cara y de visita en un restaurante de waffles, dijo que “nos fue bien” y que es difícil “combatir con un mentiroso”.
Ante la prensa que viaja con él, intentó acallar de inmediato la noción de que reconsideraría su candidatura: “no”, dijo.
Pero la prensa estadounidense está plagada hoy de comentarios de demócratas -no identificados- pidiendo considerar otro abanderado.
Se espera que las voces de cambio se incrementen en los próximos días, pero se antoja difícil que a dos meses de la convención del partido que nominará a su candidato Biden decida abrir paso a alguien más.
El mandatario y su equipo decidieron debatir dos meses antes de lo anticipado con la idea de mostrar su capacidad de liderazgo e intentar cambiar los términos de la contienda. La estrategia no funcionó.
Han quedado ahora con la encomienda de remar contra la corriente, hacer control de daños y esperar a un mejor resultado en el segundo y último debate previsto para el 10 de setiembre, cuando Biden estará más cerca de cumplir 82 años.