Sobre la responsabilidad de Grupo México en el colapso de la mina, López Obrador detalló que primero se deben encontrar los cuerpos y “ya después vemos”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la localización de restos óseos en la mina de Pasta de Conchos y consideró que es un orgullo cumplir con su promesa con los familiares de los 65 mineros.
En conferencia de prensa, López Obrador comentó que se está llevando a cabo un trabajo coordinado con las autoridades para identificar los restos y que sean entregados a sus familiares.
Esto es un orgullo para nosotros, como otros, porque se trata de una inversión, que no de un gasto, de una buena cantidad de dinero. Todavía tengo que esperar, porque todavía no sabemos qué pasó en toda la mina, es el inicio de la exploración, es lo primero, falta todavía mucho trabajo”, declaró.
La Fiscalía General del Estado de Coahuila, en colaboración con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y el Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN), ha iniciado los protocolos para la identificación de los restos y los peritajes necesarios para determinar las causas del accidente.
Ante esto, López Obrador enfatizó que estos hechos no se deben repetir, ya que es “muy importante lo que se está haciendo, porque queda también, volvemos a lo mismo, a la no repetición, ya queda establecido que si hay un derrumbe no es que se diga ‘ahí quedaron’”.
“En casos así no se puede dejar a ningún minero sepultado, hay que buscar la forma de rescatar los cuerpos y de rescatar a los familiares, que es también lo que estamos buscando por encima de todo, en el caso de Ayotzinapa, los cuerpos. estamos trabajando día y noche
El accidente en la mina Pasta de Conchos es uno de los sucesos más trágicos en la historia minera de México. Ocurrió el 19 de febrero de 2006, cuando una explosión en la mina de carbón, ubicada en la región de Coahuila, provocó el colapso de varias galerías, dejando atrapados y fallecidos a 65 mineros.
Durante años, los esfuerzos por recuperar los cuerpos fueron infructuosos y el caso se convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos laborales y la seguridad en el trabajo. Los familiares de los mineros fallecidos, junto con diversas organizaciones, han luchado incansablemente por la verdad y la justicia.